El concepto de “objetivos SMART” hace referencia a un acrónimo en inglés.

S de ESPECÍFICO: Aquí entre más detallado mejor. Este es el inicio de todo así que debes poner un gran empeño y cuidar los detalles. Lo importante es resolver cuestiones como “qué, cuándo, cómo, dónde, con qué, quién”.

M de MEDIBLE: Para que un objetivo sea claramente un objetivo debes tener forma cuantitativa de medir que efectivamente lo has logrado. Para ello es necesario involucrar algunos números en su definición, por ejemplo, porcentajes o cantidades exactas. En tu objetivo debes decir algo como “incrementar el ROI en un 23%”.

A de ALCANZABLE: ¿Sabías que muchos objetivos no se cumplen porque parecen imposibles? Otros tantos se quedan en el aire porque son poco presuntuosos.

R de Relevante: Un objetivo relevante es aquel que se encuentra alineado con los objetivos generales de tu emprendimiento.

T de TIEMPO: Quizá este es uno de los factores más valiosos que determinan si se cumple o no un objetivo. Si no le pones un tiempo de comienzo y uno de finalización, lo más probable es que nunca lo logres.

Tal como lo declara el acrónimo, los objetivos SMART son inteligentes (ya que dirigen los esfuerzos de los involucrados), específicos, medibles, alcanzables, relevantes y en el tiempo. Por eso los criterios SMART te ayudan a distinguir los objetivos eficaces de los que no lo son.